China facilitará que inmobiliarias respaldadas por el Estado compren activos en problemas: fuente
SHANGHÁI/HONG KONG, 7 ene (Reuters) – China facilitará a los promotores inmobiliarios respaldados por el Estado la compra de activos en dificultades de sus homólogos privados, dijo el viernes una fuente con conocimiento directo, otra medida para evitar una crisis de liquidez en el sector.
Los promotores estatales que adquieran activos en dificultades no tendrán esos préstamos contabilizados como deuda en virtud de las normas que limitan el endeudamiento.
La política de las «tres líneas rojas» restringe la cantidad de nuevos préstamos que los promotores inmobiliarios pueden obtener cada año, estableciendo límites a sus ratios de endeudamiento.
Las autoridades han animado a las constructoras estatales a fijarse en los activos de sus homólogas privadas con problemas de liquidez, ya que un número cada vez mayor de ellas ha incumplido sus obligaciones de endeudamiento, lo que ha provocado una conmoción en los mercados financieros.
Los promotores chinos se enfrentan a una crisis de liquidez sin precedentes debido a los años de restricciones reglamentarias al endeudamiento.
Los bancos han informado a los promotores estatales sobre la exclusión de los préstamos para fusiones y adquisiciones en el cálculo de sus ratios de endeudamiento, dijo la fuente, pero añadió que el apetito por adquirir activos no es alto.
El proveedor de inteligencia financiera REDD fue el primero en informar de la relajación de las normas de endeudamiento para los promotores estatales, y dijo que los gobiernos locales, incluidos los de Shanghái y Cantón, celebraron reuniones con los promotores la semana pasada para facilitar el proceso de fusiones y adquisiciones.
REDD añadió que los responsables políticos pidieron a las empresas a mediados de diciembre que adquirieran activos de 11 promotores privados con problemas de liquidez para aliviar su tensión financiera.
(Reporte de Shuyan Wang en Pekín, Steven Bian y Andrew Galbraith en Shanghai, y Clare Jim en Hong Kong; editado en español por Gabriela Donoso)