Costoso olvido: medallista olímpica descalificada al caérsele el celular del judogui en semifinal del Grand Slam de París
Ojalá a nadie se le caiga su teléfono celular sobre la nieve o el hielo de Beijing. Es lo que muchos podrían pensar al conocerse el insólito suceso que robó la atención mediática en el primer día del Grand Slam de Judo en París.
La protagonista: la francesa Priscilla Gneto, una judoka reconocida mundialmente, medallista olímpica de Londres-2012 y campeona de Europa en 2017 en los 57 kg.
Pues Gneto luchaba contra la japonesa Momo Tamaoki por una plaza a la final sobre el tatami del Accor Arena parisino.
En un momento de agarres durante la pelea un teléfono móvil se sale del judogui de la francesa y cae al encerado.La japonesa recoge el aparato y se lo entrega al árbitro.
La pelea se detiene.La incredulidad parece reinar entre los protagonistas. El árbitro con dudas, hace señas a la mesa de los jueces. Luego le devuelve el móvil a Gneto y desde el centro del tatami realiza un gesto con su mano para declarar vencedora a la subcampeona del mundo, Tamaoki, e inmediatamente le indica la descalificación a la veterana judoka local.
El inesperado desenlace ocurrió a falta de dos minutos y 22 segundos para el fin de las acciones. Hasta ese momento la francesa se mostraba activa a la ofensiva y súbitamente el mundo se le vino encima por culpa de un olvido, como le contó luego a la prensa.
Gneto tuvo una atenuante a pesar de la penalización: su descalificación no se consideró una acción peligrosa y pudo conquistar la medalla de bronce ante la mongol Lkhagvatogoo en su próximo combate.
Habitualmente antes de subir al tatami los judokas colocan sus pertenencias en una canasta.Ella dijo a los periodistas que estaba siguiendo la competencia cuando recibió una llamada y que por reflejo condicionado volvió a colocarse el móvil en su uniforme.
“En general, aparte de este incidente, tuve un buen día. No puedo hacer ya nada al respecto. La próxima vez me tocaré bien los bolsillos antes de entrar al tatami”, dijo a L’Equipe.
“Estos son los caprichos de la vida. ¡No me iba a quedar con una llamada telefónica y sin medallas .Sucedió pero había un tercer lugar por el que ir, para traer de vuelta al equipo, eso es todo lo que tenía en mente”.
Gneto reconoció que debía recibir reprimendas de sus entrenadores. “Sinceramente sí y sería merecido. Todos se burlarán de mí durante mucho tiempo, pero ya está, sucedió”.
Al margen de este hecho, se abrió el circuito internacional del judo en el 2022 con varios miles de espectadores este sábado cinco de febrero en el estadio parisino regidos por los protocolos sanitarios.Y mejor día aún para Japón que conquistó cuatro de las siete coronas en disputa en la primera de dos fechas. Francia, Mongolia y Georgia ganaron los otros tres títulos.
El de la francesa Gneto no es el primer caso entre judokas en una competencia de envergadura. Otro mal momento enfrentó en mayo de 2019 el portugués Anri Egutidze cuando se le cayó el celular en plena pelea frente al sueco Robin Pacek durante un Grand Slam, este con sede en Bakú, Azerbaiyán.
Al considerarse un acto ilegal la tenencia del teléfono en su judogui, Egutidze también sufrió una derrota por descalificación .En lugar de Ippon… fue Iphone.