Decenas de muertos en disturbios en Kazajistán que llevaron a despliegue liderado por Rusia

El gobierno de Kazajistán anunció el jueves que impondrá un límite al precio de los combustibles, tras la ola de protestas contra el alza que dejó decenas de muertos y cerca de 2.000 detenidos en Almaty y que llevó al despliegue un contingente de tropas lideradas por Rusia.

La movilización comenzó a extenderse el domingo por varias provincias de este país de Asia central por el aumento de los precios del gas y llegó hasta Almaty, la principal ciudad del país, donde estalló una revuelta.

Según reportes, los manifestantes tomaron por asalto varios edificios del gobierno el miércoles, incluyendo el despacho del alcalde y la residencia presidencial, y el jueves seguían los enfrentamientos.

En el centro de Almaty, un corresponsal de la AFP contó que se escuchaban ráfagas de disparos desde la sede del ayuntamiento, que había carcasas de vehículos carbonizados, edificios del gobierno destruidos y casquillos en las calles, tras esta ola de disturbios sin precedentes.

Saule, una manifestante de 58 años que pidió el anonimato, dijo que hubo enfrentamientos cerca de la residencia presidencial entre los manifestantes y la policía que disparaba munición real. «Vimos gente muerta», afirmó a la AFP.

Ante la creciente presión, el presidente kazajo, Kassym Jomart Tokayev, pidió ayuda para combatir lo que calificó una alzada de «grupos terroristas» que acusó de haber recibido «entrenamiento en el exterior».

La vecina Rusia y sus aliados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) anunciaron el jueves el envío a Kazajistán del primer contingente de una «fuerza colectiva de mantenimiento de la paz».

Para intentar atajar la crisis, el gobierno anunció que impondría un límite a los precios del carburante que regirá durante 80 días para «estabilizar la situación socioeconómica».

Esta es la mayor movilización en décadas en este país que fue gobernado desde 1989 hasta 2019 por Nursultán Nazarbáyev, considerado el mentor del actual presidente.

Tokayev intentó calmar la situación anunciando la renuncia del gabinete, sin ningún efecto.

– Más de 2.000 detenidos –

En Almaty, que es la capital económica del país, más de 2.000 personas fueron detenidas, informó el Ministerio de Interior, citado por las agencias TASS y Ria Novosti.

Según cuentes oficiales más de 1.000 personas resultaron heridas en los disturbios y cerca de 400 están hospitalizados, 62 de ellos en cuidados intensivos.

El jueves, la policía informó de que «decenas» de manifestantes habían muerto cuando intentaban tomar edificios administrativos y comisarías.

Además 13 miembros de las fuerzas de seguridad murieron, dos de ellos hallados decapitados, y 350 resultaron heridos, según la televisión estatal.

– Estado de emergencia –

Para controlar la situación el gobierno impuso un toque de queda y declaró el estado de emergencia.

Las imágenes difundidas por los medios y las redes sociales mostraban escenas de caos, con tiendas saqueadas y algunos edificios administrativos asaltados e incendiados en Almaty, mientras se oían disparos de armas automáticas.

Pero, no hay un panorama completo de la situación, ya que hay perturbaciones en las comunicaciones, un bloqueo de las señales de móviles, cortes de internet y de varios servicios de mensajería.

La portavoz del Banco Central, Oljassa Ramazanova, anunció la suspensión del trabajo de todas las instituciones financieras del país, donde internet no funciona.

Los aeropuertos de Almaty, de las ciudades de Aktobe y Aktau y de la capital, Nursultán, no estaban operativos el jueves tras la cancelación de los vuelos el día anterior.

Como consecuencia del caos, el precio del uranio, del que Kazajistán es uno de los principales productores mundiales, subió bruscamente, mientras que las cotizaciones de las empresas nacionales se desplomaron en la bolsa de Londres.

El país es además un centro de la minería de bitcoines, una actividad que también está experimentando una fuerte caída.

El exmandatario Nursultán Nazarbáyev, de 81 años, es el blanco de parte de la indignación de los manifestantes y en muchas protestas se escucha la consigna «¡Fuera el viejo!», en referencia a su influencia en la política.

El Reino Unido y Francia se unieron el jueves a los llamados de la UE, la ONU y Washington que abogaron por la moderación.

Kazajistán, un país donde hay poca tolerancia a la oposición, es un aliado clave de Rusia, pero también busca tener relaciones fluidas con Occidente y con China.

Es un importante exportador de petróleo y de gas, por lo que ha firmado contratos con gigantes de la energía como la estadounidense Chevron.

Pero muchos opositores critican que la extendida corrupción implica que esta riqueza no llega a las personas de a pie, que viven con un salario promedio de menos de 600 dólares (530 euros).

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