Dos periodistas afganos desaparecen tras ser detenidos por los talibanes, según la asociación de prensa
Dos periodistas afganos que trabajaban para una televisión local desaparecieron tras haber sido detenidos por los talibanes, anunció el martes un grupo de defensa de la libertad de prensa.
Waris Hasrat y Aslam Hijab, dos reporteros de la cadena Ariana TV, fueron detenidos el lunes por los talibanes y «llevados a un lugar secreto», anunció la asociación de medios afganos, un grupo recientemente creado de defensa de los periodistas.
Un portavoz talibán declaró a la AFP no tener ninguna información sobre estas desapariciones.
Sin hacer referencia a los talibanes, un responsable de Ariana que requirió el anonimato indicó a la AFP que los dos periodistas fueron capturados por hombres armados y con la cara cubierta delante de las oficinas de la televisión, cuando salían para almorzar.
Los talibanes prometieron a la asociación que se llevaría a cabo una «investigación en toda regla», añadió la misma fuente.
La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA por las siglas en inglés) expresó su preocupación y pidió «de forma encarecida a los talibanes explicar públicamente por qué detuvieron a los periodistas», según un mensaje en Twitter.
Amnistía Internacional también condenó el arresto «injustificable» de los dos comunicadores. «Los talibanes tienen que liberarlos inmediatamente y sin condiciones», afirmó en Twitter la oenegé.
Desde que llegaron al poder en agosto, los talibanes han reprimido las voces disidentes, arrestando a los opositores y dispersando las manifestaciones contra su régimen.
Varios periodistas afganos fueron golpeados mientras cubrían estas protestas, prohibidas por las autoridades.
En enero, dos activistas feministas fueron secuestradas en sus domicilios de Kabul, después de haber participado en una marcha, según varias de sus compañeras. Los talibanes niegan estar implicados.
Un respetado profesor universitario afgano, crítico con los islamistas, fue detenido durante varios días en enero, antes de ser liberado bajo la presión mediática.
Los talibanes aseguran que son más tolerantes que en su primer régimen (1996-2001), cuando cometieron atrocidades. Pero la realidad es que siguen reprimiendo las libertades fundamentales de las mujeres, a las que imponen duras restricciones laborales, en la educación y los viajes.
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