El ataque de yihadistas contra una prisión en Siria: ¿un punto de inflexión?

El grupo yihadista Estado Islámico ataca desde la semana pasada una prisión en Siria, la mayor operación en varios años en el país, que atiza los temores de que sea el comienzo de un resurgimiento de los extremistas.

Un grupo de más de 100 combatientes del EI atacó la prisión de Ghwayran, una cárcel resguardada por las milicias kurdas en Hasake, en el noreste de Siria.

Los yihadistas utilizaron coches bombas y artillería pesada, logrando liberar a algunos prisioneros y desatando un enfrentamiento que se extiende desde hace cinco días.

El lunes, tras la denuncia de que los yihadistas retienen a más de 700 menores para usarlos como «escudos humanos», la agencia de la ONU para la infancia Unicef instó a protegerlos, advirtiendo que podrían ser «heridos o reclutados a la fuerza» por el grupo EI.

A continuación, la lectura de analistas sobre si este ataque constituye un punto de inflexión.

– ¿Cuán sofisticado fue el ataque? –

El experto en el grupo EI Aymen Jawad al Tamimi calificó la operación como la acción «más sofisticada» que la organización ha logrado articular desde la derrota en 2019 de su califato autoproclamado.

En un comunicado difundido por su órgano de propaganda, Amaq, el grupo indicó lanzó una operación «amplia y coordinada» que comenzó con la detonación el jueves por la noche de dos camiones bombas a las puertas de la prisión que albergaba a sus combatientes.

Después, los yihadistas atacaron varios puntos en torno a la prisión, justo cuando sus compañeros de armas retenidos dentro asaltaron un depósito de armas y tomaron varios rehenes.

El grupo afirmó que liberó a cientos de prisioneros, pero no está claro cuántos presos lograron escapar.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en el Reino Unido pero con fuentes en el terreno, en los enfrentamientos murieron 102 yihadistas, 45 combatientes kurdos y siete civiles.

El lunes, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una milicia mayoritariamente kurda respaldada por Estados Unidos, decretó el sitio de la localidad de Hassake para atrapar a los yihadistas.

– ¿Cuál es el objetivo? –

En función del número de yihadistas que logren salir del cordón de seguridad establecido por los kurdos, el grupo EI podría «reforzar sus capacidades para llevar a cabo operaciones más sofisticadas y a gran escala», indicó Tamimi.

El experto acotó que esto no tiene, sin embargo, un punto de comparación con la fuerza que los yihadistas lograron en 2014 cuando controlaron vastos territorios en Siria y en Irak.

El ataque a la prisión de Ghwayran apunta en esta dirección, según Nicholas Heras, del centro de estudios Newlines Institute, con sede en Washington.

«Podemos esperar más operaciones de este tipo en el futuro, especialmente porque las SDF no tienen los recursos suficientes para defender las prisiones donde los yihadistas están encarcelados».

Un informe de la ONU estimó que hay cerca de 10.000 combatientes del EI activos en Irak y Siria, la mayoría en territorio controlado por los kurdos.

Las autoridades kurdas afirman que hay presos 12.000 sospechosos de pertenecer al EI, una población cautiva de más de 50 nacionalidades esparcida en varias cárceles del noreste de Siria.

Las esposas de prisioneros y sus hijos languidecen en campamentos atestados en la región, lo que atiza los temores de que se geste un foco de extremismo y radicalización.

– ¿Cuál es el siguiente paso? –

El historiador experto en Siria Pieter Van Ostaeyen indicó que los yihadistas supervivientes «probablemente vuelvan a desaparecer en el desierto», tras el ataque.

«No veo ninguna amenaza inmediata de que vuelvan a conquistar franjas de territorio», explicó a la AFP.

La coalición liderada por Estados Unidos que lucha contra los yihadistas afirmó que este ataque contra la prisión va a debilitar al grupo por el alto número de bajas.

Charlie Winter, un experto en el EI, indicó que si bien el ataque en Hassake no tiene un impacto inmediato en el terreno, si conlleva una fuerza «simbólica» y revitaliza a los seguidores de los yihadistas.

«Hace varios años que no había visto a los partidarios del grupo tan entusiasmados», dijo el experto que efectúa un seguimiento de la actividad de la organización en redes sociales.

Winter afirmó que las medidas de seguridad van a impedir que la mayoría de los yihadistas y prisioneros logren salir de la provincia.

«Pero el simbolismo y el impulso que este tipo de ataque va a dar a la insurgencia del EI puede tener sus propias implicaciones materiales», indicó Winter. «Esta es una demostración de sus capacidades, de su resistencia», agregó.

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