Mi hijo ronca y deja de respirar, ¿cuándo lo llevo al médico?

El ronquido no es solo cuestión de adultos, también hay niños que roncan bastante fuerte. Cuando el ronquido es circunstancial, que aparece de vez en cuando, no hay de qué preocuparse. Pero si se produce tres o más veces por semana y a eso se le suma algún otro elemento llamativo, es mejor consultar a un médico.

El roncar con frecuencia y las interrupciones en el ritmo normal de la respiración durante el sueño pueden hacer aumentar el riesgo de padecer presión alta, tanto en niños como en adultos. Además, hay estudios que sugieren que el estado de ánimo, el sistema inmunitario, el metabolismo y el sistema circulatorio pueden verse afectados en forma negativa por los trastornos de este tipo.

El riesgo de los niños alérgicos y de los hijos de fumadores

Los niños con algún tipo de rinitis alérgica, con alguna afección de las vías respiratorias, con tonicidad muscular reducida, amígdalas agrandadas y/o pólipos, sobrepeso, labio leporino y síndrome de Down son más propensos a sufrir este tipo de trastornos por las noches. Las sustancias nocivas y la exposición al cigarrillo también favorecen la aparición de estas interrupciones de la respiración o apneas y el ronquido, señala el pediatra Hermann Josef Kahl, desde Alemania.

La apnea del sueño se da en particular en niños entre los dos y los ocho años, ya que es cuando crecen las amígdalas palatinas y las faríngeas, indican los expertos. Si bien estas breves interrupciones de la respiración durante la noche pueden estar fomentadas por el sobrepeso, por lo general están causadas por las amígdalas agrandadas o los pólipos.

La apnea del sueño se hace notar a través de diversos síntomas como el ronquido en tres o más noches por semana, problemas respiratorios durante el sueño, el modo de dormir con el cuello demasiado estirado, la respiración por la boca, dolores de cabeza al despertar y cansancio durante el día, dice el Dr. Kahl.

En el caso de los niños, si uno nota que roncan por la noche y de día están muy cansados o tienen problemas de conducta o dificultades en la escuela, es mejor consultar al médico.

dpa