Myanmar cumple aniversario del golpe de Estado entre protestas y disturbios
1 feb (Reuters) – Las calles de algunas de las principales ciudades de Myanmar estaban casi desiertas el martes, mientras los opositores al gobierno militar realizaban «huelgas silenciosas» en el primer aniversario de un golpe de Estado que desencadenó un caos letal y apagó los tímidos pasos del país hacia la democracia.
Estados Unidos, Reino Unido y Canadá impusieron nuevas sanciones a los militares y se unieron a otros países para pedir el cese de la venta de armas a Myanmar, un año después del derrocamiento del gobierno electo encabezado por la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Desde la sangrienta represión de las protestas en las semanas posteriores al golpe, los militares se han enfrentado a una resistencia armada en múltiples frentes en el campo por parte de grupos aliados con el gobierno derrocado.
El martes hubo una explosión durante una procesión de partidarios del ejército en la ciudad fronteriza oriental de Tachileik, según dijeron dos testigos a Reuters. La explosión acabó con la vida de dos personas, según uno de los testigos, e hirió a más de 30.
El jefe de la junta, Min Aung Hlaing, prorrogó por otros seis meses el estado de emergencia impuesto en el momento del golpe, según anunciaron el martes los medios de comunicación estatales, debido a las amenazas de «saboteadores internos y externos» y de «ataques terroristas y destrucción».
Los activistas instaron a la gente a quedarse en casa y no abrir los comercios el martes en una muestra silenciosa de desafío, pese a las advertencias de arrestos, cárcel y confiscación de los negocios.
«Podrían detenernos y pasar nuestra vida en la cárcel si tenemos suerte. Si no tenemos suerte, nos pueden torturar y matar», dijo la activista juvenil Nan Lin.
Las imágenes en las redes sociales mostraban calles tranquilas en ciudades como Mandalay, Magway, Myitkyina y Rangún, donde las fotos de una página publicada por los organizadores de la huelga mostraban más tarde una pequeña protesta en la que la gente arrojaba pintura roja al suelo.
Las imágenes de un portal online y un canal de Telegram que apoyan a los militares mostraron concentraciones a favor de la junta en la ciudad central de Tase, y en la capital, Naypyitaw, donde miles de personas asistieron a una concentración, algunas bailando y sosteniendo en alto fotografías de Min Aung Hlaing, con pancartas deseándole buena salud.
Los medios de comunicación estatales dijeron que los militares esperan poder celebrar las elecciones cuando el país esté «en paz y estable».
El experto en derechos humanos de Naciones Unidas sobre Myanmar, Tom Andrews, dijo el martes que la junta está funcionando como una empresa criminal, perjudicando a su pueblo y robando sus recursos.
«La comunidad internacional debe tomar medidas firmes y significativas para cortar el acceso de la junta a las armas, los fondos y la legitimidad», afirmó.
(Reporte del personal de Reuters; escrito por Ed Davies; editado en español por Carlos Serrano)