Navalni llama desde prisión a los rusos a no tener miedo

Moscú, 17 ene (EFE).- El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que hace hoy un año fue detenido a su regreso a Moscú, hizo desde prisión un llamamiento a los ciudadanos a no tener miedo, y recalcó que no lamenta «ni un segundo» haber elegido luchar del lado de la gente honesta.
«Hace justo un año regresé a casa, a Rusia. No pude dar un solo paso en mi país como una persona libre. Me arrestaron antes del control de pasaportes», escribió Navalni en un blog publicado este lunes por la radio Eco de Moscú.
El opositor recordó las palabras de un personaje de una novela de León Tosltói que decía que en Rusia, en los tiempos que corren, el único lugar decente para un persona honesta es la cárcel.
«Suena bien, pero no es correcto. Más aún, hoy en día. En Rusia hay mucha gente honesta, decenas de millones de personas. Son muchas más de las que se suele creer», añadió.
Navalni señaló que siempre la esencia de la política ha sido una: un reyezuelo que quiere usurpar todo el poder busca atemorizar a los honestos que no tienen miedo, y estos a su vez intentan persuadir a los demás de que no hay que temer, que los honestos son más numerosos que la guardia del reyezuelo.
«Después de mi primer año en prisión puedo decir exactamente lo mismo que grité a los congregados junto al tribunal cuando me conducían en el furgón policial: no tengáis miedo a nada», añadió.
El líder opositor subrayó que no lamenta «ni por un segundo» el camino emprendido y que seguirá luchando en favor de la gente honesta.
«Este es nuestro país y no tenemos otro. El único miedo que debe haber es a dejar que nuestro país sea saqueado por un puñado de mentirosos, ladrones e hipócritas», enfatizó.
Tras agradecer el apoyo que recibe, Navalni indicó que este año ha pasado «terriblemente rápido».
«Pareciera que solo ayer el avión llegó a Moscú y ya llevo un año preso. Es cierto lo que escriben en los libros de Ciencia: el tiempo en la Tierra y el espacio discurre con distintas velocidades», concluyó el opositor con un emoticono de sonrisa.
Navalni fue detenido a su regreso de Alemania, donde se recuperó de un intento de asesinato perpetrado en Siberia con una sustancia química de uso militar, y días después fue enviado a prisión, donde cumple una pena de dos y medio por incumplir mientras convalecía las condiciones de su libertad condicional por un antiguo caso penal.