Policía destruye la casa de una familia palestina en barrio de Jerusalén Este
La policía israelí destruyó el miércoles la casa de una familia palestina en el barrio Sheij Jarrá, devenido en símbolo de la lucha contra la colonización israelí en Jerusalén Este y escenario de fuertes tensiones.
Policías israelíes acudieron de madrugada al domicilio de esta familia amenazada de expulsión desde 2017 y objeto de una campaña de respaldo en los Territorios Palestinos y en el extranjero, y evacuaron a las personas que se encontraban allí, según un video publicado por la policía, que hizo una veintena de arrestos durante la operación.
Un fotógrafo de la AFP vio entonces la demolición de la casa en este barrio palestino de Jerusalén Este, la parte oriental de la Ciudad Santa ocupada desde 1967 y anexada posteriormente por Israel. Fue destruida por una excavadora, dijeron los testigos.
«Durante la noche, la policía israelí ejecutó la orden de expulsión de edificios ilegales en un terreno previsto para una escuela destinada a niños que requieren cuidados especiales en Jerusalén Este», dijo la policía de Israel en un comunicado.
La policía afirmó que la familia Salhiya se negó varias veces a «acceder a entregar el terreno».
El lunes, poco después de la llegada de la policía para proceder al desalojo, miembros de la familia Salhiya se atrincheraron con un barril de gasolina en el techo de su casa, amenazando con inmolarse si los obligaban a abandonar el sitio. Ante ello, se realizaron negociaciones para evitar la violencia.
En mayo, manifestaciones de apoyo a familias palestinas amenazadas de expulsión en Sheij Jarrá degeneraron en choques con colonos y la policía israelí, previos a una oleada de violencia sangrienta entre Israel y el movimiento palestino Hamás, en el poder en Gaza, enclave palestino bajo bloqueo israelí.
– Detenciones –
La policía israelí dijo haber efectuado 18 arrestos en la operación.
Según el abogado Walid Abu Tayeh, 20 personas fueron arrestadas, entre ellas el padre de la familia Mahmud Salhiya, y otros miembros del grupo -que él defiende- y activistas que llegaron a apoyarlos.
«La decisión de desalojo sólo concierne a Mahmud Salhiya y a su esposa», que es judía israelí, añadió el abogado, y precisó que el Tribunal Supremo examinará el caso el 23 de enero.
En la casa de 120 m2 vivían unas 20 personas: Mahmud Salhiya, su esposa y sus hijos, así como su madre y su hermana y los hijos de ésta, según el abogado.
Tras la demolición, varios miembros de la familia se trasladaron a casas de vecinos y otros se quedaron cerca de las ruinas.
Según la municipalidad israelí, el terreno fue destinado a construir una escuela. Grupos que defienden a la familia consideran que podía haber sido levantada en otro sitio.
– Asunto espinoso –
Centenares de palestinos enfrentan órdenes de expulsión de sus casas en Sheij Jarrá y otros barrios del este Jerusalén.
Más de 300.000 palestinos y 210.000 israelíes viven hoy en Jerusalén-Este, estos últimos en colonias ilegales según el derecho internacional.
Israel considera toda la ciudad de Jerusalén como su capital, mientras que los palestinos quieren hacer de Jerusalén Este la capital del Estado al que aspiran.
Según la legislación israelí, si los judíos pueden demostrar que su familia vivía en Jerusalén Este antes de la guerra de 1948 y la creación del Estado de Israel, pueden pedir que se les devuelvan sus «derechos de propiedad».
Pero no existe ninguna ley de este tipo para los palestinos que han perdido sus propiedades. Los palestinos dicen que sus casas fueron compradas legalmente a las autoridades jordanas que controlaron Jerusalén este entre 1948 y 1967.
Israel tomó Jerusalén este en la guerra de los seis días en 1967 y luego lo anexó, en una acción no reconocida por la comunidad internacional.
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