Primer ministro húngaro visita a Putin en Moscú pese a las críticas
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, viaja este martes a Moscú para reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, en una visita criticada por la oposición húngara a raíz de las tensiones actuales en torno a Ucrania.
Orban, en el poder desde 2010, ha forjado una relación amistosa con el jefe del Kremlin, a pesar de las crisis acumuladas entre Moscú, de un lado, y la Unión Europea (UE) y la OTAN de otro, dos organizaciones a las que pertenece Hungría.
La visita se produce en un contexto de tensiones entre Rusia y los países occidentales a raíz de la situación en Ucrania -un país vecino de Hungría- que, según Estados Unidos, Rusia querría invadir.
Putin y Orban hablarán de las «relaciones bilaterales» y de los «problemas de seguridad en el continente europeo», indicó el martes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Tras el encuentro, ambos dirigentes ofrecerán una rueda de prensa, indicó el vocero.
Viktor Orban, quien tiene sus propios diferendos con Kiev sobre la cuestión de la minoría húngara de Ucrania, había dicho antes de partir que viajaba a Rusia para «incrementar las importaciones de gas», justo cuando Europa se plantea reducir su dependencia de los hidrocarburos rusos.
El primer ministro, de talante conservador, suele manifestarse próximo a Moscú en múltiples asuntos, y con el tiempo se ha convertido en el dirigente de la UE más afín a Vladimir Putin.
Por ejemplo, Hungría fue el primer país europeo que utilizó la vacuna rusa anticovid, la Sputnik, pese a que esta no haya sido aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
En cuanto a la situación en Ucrania, Budapest parece reacio a un eventual envío de soldados de la OTAN a su territorio, en respuesta a las tensiones.
El ministro húngaro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto, afirmó que no quiere una «nueva Guerra Fría», al referirse al hecho de que Estados Unidos solicitó que la OTAN pueda desplegar sus tropas en Hungría.
En tanto, Tibor Benko, ministro húngaro de Defensa, consideró que «no es necesario que un contingente de la OTAN venga a Hungría y se quede de forma permanente».
– «Animar» a Putin –
Tanto en Hungría como en Europa, la posición del gobierno de Orban dista mucho de generar unanimidad.
La semana pasada, la oposición instó al primer ministro a anular su visita, tildando de «absurdas» las «propuestas de las autoridades rusas» sobre Ucrania, que «amenazan fundamentalmente [la] seguridad y [la] soberanía» de Hungría.
Rusia quiere que la OTAN cese su política expansionista y un repliegue a las posiciones militares de 1997, algo que afectaría a Hungría.
«Un encuentro amistoso como este es especialmente nocivo y contrario a nuestros intereses nacionales», pues sugiere que «los Estados miembros de la OTAN y de la UE no están unidos en su rechazo a las propuestas de Putin», protestó la oposición húngara en un comunicado.
Para los opositores, el primer ministro húngaro «está animando indirectamente al presidente ruso a agravar todavía más la situación».
Durante una reunión de los conservadores europeos en Madrid este fin de semana, Orban afirmó que Ucrania, «para nosotros, en Europa central, es un tema muy importante» e insistió en que quiere «la paz y la desescalada».
En abril, Orban se enfrentará a un candidato de la oposición, miembro de una alianza, en unas legislativas que se auguran muy peligrosas para el líder conservador.
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