Un tribunal australiano ordena la liberación de Djokovic

Personal policial observa a los manifestantes a favor de los refugiados frente al Park Hotel, donde se cree que se encuentra el tenista serbio Novak Djokovic, en Melbourne, Australia, el 10 de enero de 2022. REUTERS/Sandra Sanders
Personal policial observa a los manifestantes a favor de los refugiados frente al Park Hotel, donde se cree que se encuentra el tenista serbio Novak Djokovic, en Melbourne, Australia, el 10 de enero de 2022. REUTERS/Sandra Sanders

Por Sonali Paul y Ian Ransom

MELBOURNE, 10 ene (Reuters) – Un juez australiano dictaminó el lunes que Novak Djokovic sea liberado del centro de detención de inmigrantes, al considerar que la decisión del Gobierno de revocar el visado de entrada al país de la estrella del tenis era «irrazonable».

El juez Anthony Kelly ordenó que Djokovic fuera liberado en un plazo de 30 minutos y que se le devolviera su pasaporte y otros documentos de viaje, lo que reaviva la posibilidad de que el número uno del mundo gane el próximo Abierto de Australia y logre un récord de 21 títulos de Grand Slam.

Sin embargo, los abogados del Gobierno federal dijeron al tribunal que el ministro de inmigración del país se reservaba el derecho de ejercer su poder personal para revocar de nuevo el visado de Djokovic.

Djokovic, de 34 años, está recluido desde el jueves en un hotel de detención de inmigrantes junto a solicitantes de asilo detenidos desde hace tiempo. Se le permitió asistir al despacho de sus abogados para las audiencias virtuales, pero no se le ha visto en público desde que llegó a Australia.

Sus abogados argumentaron que una reciente infección de COVID-19 otorgaba a Djokovic la exención médica frente al requisito para los ciudadanos no australianos que entran en el país de tener la vacunación completa.

El Gobierno australiano, sin embargo, dijo que los no ciudadanos no tienen derecho a la entrada garantizada en Australia, cuestionó su supuesta exención y subrayó que, aunque Djokovic gane la acción judicial, se reserva el derecho a detenerlo de nuevo y expulsarlo del país.

(Reporte de Sonali Paul e Ian Ransom, información adicional de Byron Kaye, Cordelia Hsu, Loren Elliott y John Mair; redacción de Jane Wardell; edición de Lincoln Feast, traducido por Tomás Cobos)